Su principal, y única, función: que la Sindicatura mantenga el control de la entidad, ahora que Bhavnani anda por allí. En esa tarea le ayudará otra novedad del Popular: el ejecutivo Roberto Higuera también se convierte en vicepresidente. El ataque más posible es una alianza Allianz-Amorim-Bhavnani, que juntos suman ya el 20%, frente a una 14,5% del núcleo duro
El Consejo del Banco Popular controla un 40% del banco, así que el temor a una OPA externa no es muy grande. Sin embargo, un ataque interno, o la aquiescencia ante el mismo de Allianz, Americo Amorim y Bhavnani (y tiene el 3,5% y va a por el 5%) podrían con la Sindicatura (que posee un 14% de los cuales con un 5,47% corresponde al núcleo de referencia pata negra, la Unión Europea de Inversiones).
La tarea de Luis Herrando consistirá en sostener a la actual dirección manteniendo unido, y a ser posible ampliado, el porcentaje de capital de la candidatura. Al tiempo, Luis Montuenga, una de las familias tradicionales, se jubila (ahora resulta que los consejeros dominicales no gustan en el Popular, que siempre fue el gran defensor del consejero-propietario, es decir, de los vocales dominicales). Le sustituye Roberto Higuera, el ejecutivo que mejor conoce la entidad, elevado -otra novedad- al cargo de consejero.
Y todo ello, no lo olvidemos, en un momento en que el Popular ha perdido en un año un 25% de su capitalización. El 3 de marzo de 2008 valía 14.000 millones de euros.
En el entretanto, los resultados del Banco más rentable de España durante el primer trimestre anuncian que lo peor de la crisis está por venir. Se reducen todos los cocientes, también ROE y ROA y el propio consejero delegado José María Lucía, advierte que estamos en un escenario de recesión, donde, por cierto, no pueden utilizarse las provisiones genéricas para mora, salvo que la entidad entre en crisis profunda.
En otro orden de cosas, al Popular no le gusta la media gubernamental para alargar el plazo de las hipotecas. Lo consideran una mala gestión del riesgo