El Banco de España calcula que se producirá un descenso intertrimestral del PIB del 0,4%, lo que significa una ralentización en la caída que se venía produciendo en los últimos meses. En su boletín mensual, la institución que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez advierte también que esta evolución más favorable está ligada en parte a medidas públicas con efectos transitorios.
En el período analizado (julio-septiembre) el PIB se contrajo un 4,1% (una décima menos que en el trimestre anterior), dato que el Banco de España explica por el menor retroceso de la demanda nacional (hasta el 6,5%) y por una aportación positiva de la demanda exterior neta (de 2,7 puntos porcentuales). A la moderación de la caída del PIB contribuyó de manera importante el consumo de los hogares, gracias en este caso a las ayudas directas a la adquisición de automóviles, mientras que en la inversión pública se reflejó el avance en la ejecución de los proyectos del Fondo de Inversión Local.