La Oficina Económica de Moncloa insiste, tras el fracaso del dossier sobre la venta de FG Valores. El Monte dei Paschi di Siena estaría interesado en el BBVA. El BBVA no tiene más defensa que su capitalización bursátil. ENI podría interesarse en Repsol. Alierta mantiene su amenaza de salir de Telecom Italia
Poco a poco vamos conociendo los detalles del ‘Pacto de Ibiza'. Ese acuerdo entre Zapatero-Prodi celebrado en las Pitiusas en el que el vicepresidente Solbes estuvo ausente. Entre pillos anda el juego. Sólo que los italianos nos llevan varios ‘masters' de ventaja. Prodi debió de ‘venderle' a Zapatero la creación de un acuerdo estratégico amplio en el que España e Italia liderarían la revolución mediterránea frente al omnímodo poder europeo del eje franco-alemán. ZP se lo tragó. Quizás pensó que el eje ahora conservador debía ser contrastado con un eje mediterráneo progresista.
Trocó su teoría del ‘campeón nacional' en ‘campeón mediterráneo'. El acuerdo sería básicamente: la energía para Italia y las infraestructuras para España. Y en este escenario se encuentra la controvertida OPA de ENEL-Acciona sobre Endesa. Controvertida porque Endesa sigue advirtiendo del colapso en el sistema eléctrico. Porque Iberdrola está interesada en saber qué pasará con las centrales nucleares que tiene ‘a pachas' con Endesa. Y por si fuera poco, el numerito de los colocadores-parkings de ENEL. Ahora aparece el Citi con un 5% de Endesa por orden de ENEL, se supone.
Pero Pizarro está callado. Señal de que el pescado ya está vendido. Con permiso de la CNE. El organismo regulador ha advertido de los riesgos del rígido control que el Estado italiano ejerce sobre ENEL. Da igual. Tal y como informamos este viernes, su informe "no tendrá repercusión", señala a Hispanidad la vicepresidenta.
Asunto concluido si las autoridades de Competencia se tragan el pastel. Que esa es otra. Claro que Francia no tiene demasiada autoridad moral para predicar liberalización y apertura de mercados.
El siguiente paso podría ser el BBVA. Tras el fracaso de Sebastián con el dossier de la venta de FG Valores, ahora llega el segundo asalto. Y este tendría nombre italiano. Según publica este lunes el diario italiano ‘La República', el Monte dei Paschi di Siena estaría estudiando una operación sobre el BBVA.
La operación es ‘perfecta' porque el presidente del BBVA, Francisco González, ya ha advertido en varias ocasiones que no cree en los ‘núcleos duros' y que la mejor defensa frente a una operación corporativa hostil es una buena capitalización. O sea, la chequera. Pero a las empresas públicas la capitalización no les importa demasiado. El control es más importante que el precio. ¡Será por dinero!
Además, bastaría con que el Paschi lograra un 10% del capital del banco ‘vasco' para controlarlo. Y esta es precisamente el porcentaje barajado por los italianos. Desde el BBVA guardan un discreto silencio: "no hablamos de rumores". Pero la operación está encima de la mesa. Al menos como escenario.
Al ataque a FG podría sumarse la rumoreada operación de ENEL sobre Repsol, una petrolera con un PER sustancialmente inferior a la Shell. Quizás porque sus pozos se encuentran en repúblicas populistas un tanto inseguras. Pero los italianos seguramente sabrán tratar con esas contingencias: ‘déme el pozo que yo me encargo de los políticos de la guayabera'. De esta manera perderíamos también nuestra gran petrolera, pero Del Rivero se metería una plusvalía que no tendría nada que envidiar a la de Entrecanales.
¿Y España que gana con todo esto? Se supone que las telecomunicaciones serían para España en ese reparto del ‘pacto de Ibiza'. Pero el gobierno Prodi ya ha advertido que no está dispuesto a ceder Telecom Italia. Así que Telefónica debe conformarse con un 6,9% -no 9,9% como se barajó en un principio- en una compañía en donde –asegura- no se le ha perdido nada y que podría ser incompatible con sus negocios en Brasil.
El desbloqueo de la frustrada operación de fusión entre Abertis y Autoestrade tampoco aporta demasiado. Las licencias italianas se han desvalorizado y ni La Caixa ni Florentino están interesados en trabajar en Italia, un país donde ante cualquier operación empresarial, termina apareciendo un ministro detrás de la esquina.
Los técnicos de la Oficina Económica de Moncloa que diseñaron la operación son unos absolutos linces. Ponen al país en almoneda a cambio de nada. En esto debe de consistir el ‘patriotismo empresarial' de Zapatero.