- Alcoa, el rey mundial de aluminio, pretende cerrar las plantas de Avilés y La Coruña y mantener Lugo.
- Pero el titular de Energía aclara que no han acudido a las subastas de electricidad de las dos plantas condenadas y sí a la de Lugo.
- Es más, recuerda a los estadounidenses que si el problema es el coste de la energía, disponen de otra subasta antes de fin de año.
Durísimo ataque el del ministro de Industria y Energía, José Manuel Soria, a la multinacional estadounidense Alcoa, rey del aluminio mundial y cuasi monopolio de producción en España. El problema es que Alcoa se descuelga con que quiere cerrar dos de sus tres plantas en España (La Coruña y Avilés) y mantener Lugo. Hasta ahí, como cuenta Soria, todo tan puñetero como legítimo. Pero lo que le ha sacado de quicio al ministro es que Alcoa haya utilizado como excusa el coste de la electricidad tras las reformas energéticas del Gobierno, es decir, del susodicho ministro Soria.
Y así, el responsable de Energía de Rajoy le señala con el índice: "Ese expediente (de regulación de empleo) no tiene nada que ver con el nuevo mecanismo para distribuir la interrumpibilidad en España". Vamos, que no le echen hacen la culpa a la reforma. Es decir, que no se pasen. El nuevo sistema de interrumpibilidad es de subasta, recuerda Soria, y en él "las empresas electro-intensivas hacen sus ofertas. En la última subasta, Alcoa pujó por bloques para Lugo hasta un nivel que le convirtió en la adjudicatoria. Sin embargo, en La Coruña y Avilés no bajaron lo suficiente (la oferta) para ganar". Es decir que querían cerrar o reducir a mínimos La Coruña y Avilés y mantener Lugo.
Y con un deje de ironía, Soria concluye: "Antes de fin de año hay una nueva subasta". Si realmente quieren energía barata, por un sistema de subasta que ha introducido competencia en ese importante apartado, que pujen bien y se dejen de historias.
España ha vendido su industria a multinacionales. Porque este tipo de cosas no pasan cuando un Gobierno puede arrear un capón a un consejo de administración que se reúne en Madrid. Lo tiene más difícil cuando el órgano de gobierno se reúne en California.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com