Al parecer, lo más importante, tres horas después del atentado, consistía en que la oposición no pudiera sacarle los colores como con los inhibidores del Líbano Apenas tres horas después de que dos soldados españoles -uno de ascendencia ecuatoriana- fueran asesinados por talibanes en Afganistán, el ministro de Defensa del Gobierno Zapatero, José Antonio Alonso comparecía en rueda de prensa para informar a la opinión pública. Todo su empeño consistía en demostrar que nuestros miltiares iban bien equipados, con un canto elegiaco al vehículo BMR que sufrió el atentado: "El titular de Defensa confirmó que el vehículo atacado estaba dotado de inhibidor de frecuencia y defendió la idoneidad de los BMR para esta misión. En ese sentido, aseguró que los Blindados Medios de Ruedas son adecuados para esta operación, se encuentran entre los mejores vehículos desplegados en ese teatro de operaciones y son ‘mejores que la mayoría´".
Al parecer, lo que más preocupa al ministro es la mala imagen que podría proporcionar a la opinión pública, en el caso de que se volvieran a repetir los ataques de la oposición tras el atentado contra nuestras tropas en el Líbano.
Podía haberse esperado unos días.