La seguridad como excusa. La orden de Moncloa, que no de Génova, a todo el Partido Popular es clara: mano dura contra la delincuencia. No hay límite. El PSOE se ha visto acorralado, porque el adversario le ha robado la idea, y, con esa capacidad de adaptación que caracteriza a Zapatero (otros le llaman demagogia), ahora el PSOE da marcha atrás y vuelve a hacer hincapié en la reinserción. Ya saben: Aznar es la derecha dura, con garrote, como le representan los guiñoles de Polanco (nunca lo olviden: la ideología de los socialistas españoles la marcan las marionetas de Canal Plus). Para el PSOE, lo importante vuelve a ser la reinserción. Pero tanto el centro reformismo soberbio de Aznar como el socialismo abotargado de Zapatero se caracterizan por tener pocas ideas, aunque muy confusas y muy arraigadas. Así, los socialistas no hablan de arrepentimiento y restitución del delincuente, porque si no hay arrepentimiento no puede haber cambio a mejor. 

Y, al mismo tiempo, el centro reformismo fuerza tanto las cinchas que el caballo puede acabar por desbocarse. Castigar el maltrato a los animales ha sido otra genial idea llegada desde Génova. Una de esas ideas "chocantes". La verdad es que el sufrimiento animal no tiene nada que ver con el del hombre, dado que el mayor dolor de la persona que sufre es, precisamente, la consciencia de su dolor. El animal, sufre, pero no es conciente de ello, ni se siente ofendido o humillado por el dolor. Pero estas son consideraciones demasiado elevadas para la gente del Partido Popular.

Y, al mismo tiempo, a última hora, alguien se ha dado cuenta en el Partido de que condenar a una persona por amenazar a su cónyuge es entrar en un terreno resbaladizo. En primer lugar, porque la amenaza puede venir de ambos sexos. En segundo lugar, porque la amenaza es un elemento difícil de probar ante un tribunal, y sobre el que cabe la mentira. A la hora de traducirlo en asuntos de tribunales, la cuestión puede ser tremenda.