Las leyes hay que cumplirlas cuando nos vienen bien y cuando no nos terminan de gustar, sostiene el ministro de Industria y primer secretario del PSC. O sea, que el socialismo catalán regresa al camino posible mientras los maximalistas de todos los partidos arden en pasión. Montilla resta importancia a estas muestras de incomodidad. A su juicio, en todo proceso de negociación hay picos donde se alcanzan acuerdos rápidos y permiten avanzar y momentos donde las negociaciones encallan. Es normal, pasa en todos los procesos de negociación, señala.
En cuanto a la posición popular cercana al PSC, Montilla cree que los populares catalanes se acercan a cualquier sol con tal de no quedarse aislados. Finalmente, el prudente Montilla no quiso hacer declaraciones sobre si Cataluña era una nación en el marco de la rueda de prensa posterior al consejo de Ministros: La posición del Presidente del Gobierno es sobradamente conocida; la mía también, pero este no es lugar adecuado para hablar de estos temas.