Acabo de regresar de la XX Jornada Mundial de Juventud en Colonia y he leído con cierta sorpresa los comentarios de algunos periódicos españoles sobre las cifras de asistencia. Como nos tienen acostumbrados, la mayoría de los periódicos españoles solo nos cuentan la superficie y los "chascarrillos" de las noticias olvidando lo principal.
Tuve la suerte de quedarme en Colonia la noche del domingo al lunes y mirando la televisión alemana me di cuenta que todos los canales hablaban del encuentro de más de un millón de jóvenes de todos los continentes con el Papa Benedicto XVI. Había varios puntos de vista y algunos muy discutibles pero lo único que coincidieron todos era en la cifra de asistentes. Cada una de las cadenas comentaban el trasfondo de la homilía del Papa, repito, con versiones más o menos discutibles pero hablaban del fondo del asunto y comentaban con cierto asombro la espiritualidad del mensaje papal.... igualito que lo que me he encontrado en la "católica" España.
Datos objetivos aparte, como asistente al acto creo que puedo asegurar que en Marienfeld había más de un millón de personas (y bastante más) y lo que más le puede doler a ciertos medios de comunicación, es que ese millón largo de jóvenes asistió a misa con un fervor que pone los pelos de punta, escuchó al nuevo Papa con mucha atención y salió de Marienfeld con ganas de conquistar el mundo para Cristo, fuimos a Colonia para adorarle (aprovecho de informar que ese era el lema de la Jornada), le adoramos, le adoramos todos juntos al unísono y creo que nos lo llevamos dentro. Espero que sepamos llevar a todos el regalo recibido.
Felipe Torres
felipetorresv@hotmail.com