El gran Hotel Budapest es una comedia fantástica y tremendamente original que arranca con un narrador que cuenta una historia del pasado. En este caso se trata de un escritor que, mirando a la cámara, explica cómo conoció la historia de El gran hotel Budapest y la de su increíble conserje: M. Gustave, cuyas hazañas, y educación de dandy, acabaron convirtiéndole en el héroe en una de sus novelas.
A partir de aquí, asistiremos a un espectáculo entretenidísimo que pasa por diferentes épocas y donde todo es posible: una herencia peliaguda, un asesinato mal resuelto, y un desfile de personajes, a cual más locuelo, encarnados por actores y actrices de renombre como Ralph Fiennes, Edward Norton, Saoirse Ronan, Willem Dafoe, Toni Revolori, Tilda Swinton y un largo etcétera. Un relato que reivindica, de forma humorística, la importancia de la educación y el desprecio a la brutalidad de algunas ideologías como el comunismo o el nazismo, dado que este relato transcurre, fundamentalmente, en el periodo de entreguerras. Todo ello rodado con el estilo de Anderson, donde abunda el color, los zoom y los planos cenitales imposibles, así como una cuidadísima puesta en escena.
Lo más curioso de esta película repleta de aventuras disparatadas es que Wes Anderson ha manifestado que para El gran Hotel Budapest se inspiró en los relatos, y en la figura, del escritor austriaco Stefan Sweig, recordado por los cinéfilos por melodramas adaptados de sus obras como Carta a una desconocida o 24 horas de la vida de una mujer, donde brillaba la sensibilidad pero nunca la alegría.
Para: Adultos a los que les gusten las películas originales