Andalucía -como Cataluña- es una nación. O al menos una realidad nacional. Y por lo tanto hay que empezar a construirla. La bandera no ha funcionado. El himno, tampoco. Pero lo de las competencias y el presupuesto, se entiende mucho mejor. Así que ahí esta el gobierno español realizando transferencias y cesiones de competencias -y de recursos- para empezar a construir la nación andaluza.
Por ejemplo, en materia de recursos y aprovechamientos hidráulicos correspondientes a las cuencas andaluzas vertientes al litoral atlántico (Confederaciones Hidrográficas del Guadalquivir y del Guadiana). O el Real Decreto 1668/2008, de 17 de octubre, sobre ampliación de los medios patrimoniales traspasados a la Comunidad Autónoma de Andalucía por varios reales decretos de traspasos de funciones y servicios. Precisamente, el traspaso de las competencias sobre cuencas -cada una de ellas se alarga por distintas comunidades- es uno de los traspasos más absurdos de todos.
Más: Ampliación de las funciones y servicios de la Administración del Estado en materia de conservación de la naturaleza" (Parques Nacionales de Doñana y Sierra Nevada). Y por supuesto, en materia de recursos y aprovechamientos hidráulicos correspondientes a las cuencas andaluzas vertientes al litoral atlántico (Confederaciones Hidrográficas del Guadalquivir y del Guadiana). ¿Pero no habíamos quedado en que los asuntos del agua eran de competencia estatal? ¿Por qué se permite que el blindaje de los ríos contemplado en el Estatuto y recurrido ante el Constitucional se lleve a cabo?