Este viernes, a la una y media, Soraya Saénz de Santamaría ha comparecido -hora y media antes de lo previsto y junto al ministro de Economía, Luis de Guindos- ante la prensa para anunciar una medida que es no ya una inyección de oxígeno, sino un auténtico globo aerostático para las maltrechas economías de las Comunidades Autónomas, y, sobre todo, de sus apurados acreedores.
Nada menos que 10.000 millones ampliables hasta 15.000 de línea ICO para hacer frente a los pagos a proveedores. Son muchas las empresas que han tenido que cerrar, asfixiadas por la deuda de las CCAA morosas. Algunas fuentes estiman que la deuda contraída por las Comunidades Autónomas con sus proveedores alcanza los 14.000 millones de euros, y eso tirando por lo bajo.
No ha sido una sorpresa. Cristóbal Montoro ya habló del tema, pero no se esperaba tanta generosidad. Eso sí, el acceso a esta línea de crédito tiene sus condiciones. Hay que cumplir con las exigencias de los jefes- el Gobierno central- en materia presupuestaria. Hay que pagar las deudas contraídas antes del 1 de enero de 2012 de los contratos de suministros de obras y servicios con vencimiento a mediados de este año.
Se pretende, también, que se cumpla con las obligaciones de deudas financieras anteriores al 1 de enero de 2012 y contabilizadas anteriormente como déficit.
Sara Olivo
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