Incumplimiento de promesa. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió en el Congreso de Familias Numerosas (febrero de 2004) a universalizar la paga de los 100 euros para las madres no trabajadoras. Gratis total, porque entonces ZP ni soñaba con La Moncloa. Pero tras el 14-M, el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, se comprometió también a extender la mal llamada "paga" de 100 euros para las madres que hubieran optado libremente por cuidar a sus hijos renunciando a un trabajo remunerado.

 

Debió de llegar la calculadora de Solbes, porque la promesa de Caldera se esfumó. Dice Solbes que muchos ministros "jóvenes" le llegan diciendo "eso está en los presupuestos", a lo que él contesta: "ya, pero el equilibrio presupuestario también está en los presupuestos". El caso es que la promesa de universalización de Caldera se ha esfumado.

 

En respuesta a una pregunta parlamentaria formulada por el PP, el Ejecutivo responde que el espíritu de tal paga es ayudar a las mujeres a compaginar la maternidad con la vida laboral y considera que la medida "no es oportuna". En cualquier caso, no cierra las puertas a que el asunto pueda ser discutido en el marco de la reforma fiscal prevista para el 2006. O sea, que nada de nada porque el jueves 22 el ministro de Economía, Pedro Solbes, ya advirtió que no observaba demasiado margen para una rebaja fiscal.

 

En resumen: Un nuevo adiós a una promesa electoral por razones presupuestarias, según explicaba en la mañana del viernes 23 el secretario de Estado de Economía. David Vegara considera además que lo importante es empujar a las mujeres al mercado laboral "ya que existe una brecha de 23 puntos" en tasa de actividad respecto a los varones (44,5 por ciento frente al 67,6 por ciento). Una brecha que ha observado una reducción en el último trimestre creciendo más la tasa de actividad de las mujeres que los hombres. Además, en el último periodo también se ha incrementado más la contratación de las mujeres que de los hombres (281.600 frente a 110.000).

 

Más. Para Vegara lo preocupante a corto plazo desde el punto de vista laboral es la incorporación de la mujer al mercado, no la natalidad "que es un problema a largo plazo". ¿Está claro?