El consejero delegado de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha institucionalizado en público lo que venía siendo un secreto a voces en la city madrileña: el secretario general de Energía del Ministerio de Industria, Antonio Fernández-Segura, el hombre de Montilla para el sector energético, reúne a los consejeros delegados de las compañías eléctricas una vez al mes. Para ser exactos, lo hace los últimos jueves del mes por la tarde, que por la mañana hay Comisión Delegada para Asuntos Económicos. Y todo ello, en vísperas del nuevo marco legal para el sector energético que con tanta devoción prepara Montilla.

Más de un periodista daría algo por colocar un micrófono en la sala, aunque tampoco mucho, porque lo más probable es que sesenta minutos después el todo Madrid conozca lo tratado.