Decretazo. Esta semana AENA se levantaba de la mesa de negociación. Argumentaba que el nuevo modelo no solventaba los problemas sino que los agravaba. Este viernes llega la solución por la vía de real decreto ley. El resumen es un rejón de 300 millones de euros para los controladores. ¿Cómo? Eliminando las horas extraordinarias, que actualmente suponen cerca de 600 de las 1.900 horas que realizan. Según Fomento, estas horas extraordinarias no son legales porque el Estatuto señala que las horas extraordinarias no superarán las 80.
La segunda parte del decretazo es la liberalización. Las torres de control de los diferentes aeropuertos se someterán a concurso, permitiendo un ahorro de costes. Y la tercera parte es un régimen sancionador superduro. Si hay huelga de controladores, deberán ajustarse al real decreto ley y a las exigencias de servicios mínimos. Si no: despido.
En opinión del ministro Blanco no se trata de un decretazo, sino de una nueva regulación del sector que permite el ahorro de un 15% en las tarifas aeroportuarias. Y además, les ofrece a los controladores seguir las negociaciones. Ahora. Y es que son lentejas. La respuesta esperada por parte del Gobierno: judicialización. Aunque Blanco ya advierte que la música del RDL aprobado este viernes les ha gustado a los portavoces parlamentarios con los que ha hablado esta misma mañana. Por cierto, ¿cómo ha logrado que esté ya en vigor una norma aprobada por el Consejo de Ministros del viernes que exige su aprobación en BOE? Son las maravillas del BOE electrónico. O no.