El secretario general de la Defensa, el general Félix Sanz, fue el encargado de informar a la Embajada norteamericana en España la intención de Defensa de que este año no desfilará la bandera norteamericana en el tradicional desfile de las Fuerzas Armadas con motivo del Día de la Hispanidad, también llamada "fiesta nacional" por el ministro de Defensa, José Bono, el patriota, "pero no de loj tanquej" (sic).

En relación a la polémica de las banderas, Bono ha explicado que la bandera norteamericana desfiló en 2001 como gesto de solidaridad del pueblo español con las víctimas del 11-S. "Una decisión que yo comparto". También ha explicado los motivos que llevaron a que la bandera de los Estados Unidos desfilara los dos años siguientes: motivos militares en 2002 y políticos -guerra de Iraq- en 2003.

Este año no habrá motivos y, por tanto, no habrá banderas. "Y quien quiera pensar otra cosa, está en su derecho, pero estará faltando a la verdad", ha señalado el ministro de Defensa. Sí desfilará, en cambio, la bandera francesa. Pero no por el "buen rollo" que España y Francia mantienen desde el 14-M y que, según Maragall, ha permitido la detención de la cúpula etarra. El motivo más importante es que se celebra el aniversario de la liberación de París, donde algunos españoles participaron a través de la división Le Clerck.

De hecho, un veterano de la división Le Clerk participará en la ofrenda floral que tradicionalmente realiza SM el Rey a los caídos por España. Estará acompañado por otro veterano de la división azul. Ambos lucharon también en los dos bandos de la Guerra Civil. De esta forma, Defensa quiere  difundir un signo de "paz y concordia para siempre".

Además de estos dos veteranos, la ofrenda floral está acompañada de familiares de las víctimas de ETA, del Yak 42, de los periodistas fallecidos en conflictos bélicos, agentes del CNI, familiares del 11-M y familia del GEO asesinado por los suicidas islamistas de Leganés. Todos estos familiares, más diputados y senadores -la soberanía popular-, formarán parte del cortejo que es, según Bono, como "mejor representa el sufrimiento del terror en España por encima de la división ideológica".