Hay que reconocer que el lobby "rosa" es muy activo. El pasado miércoles la Federación Estatal de Colectivos de Gays y Lesbianas depositó una carta en los casilleros de los diputados populares instándoles a votar en conciencia la ley que equipara la unión homosexual al matrimonio. Argumentaban basados en 50 informes que avalan que los niños educados por parejas gays no presentan taras de ninguna especie.
Por supuesto, la información es falsa. Entre otras cosas porque no existen 50 informes, sino uno sólo, elaborado por la Universidad de Granada. El Foro Español de la Familia denuncia la falta de rigor del informe basado en una muestra de tan sólo 200 niños escogidos entre el colectivo homosexual más activo. "La aleatoriedad del estudio es nula", sostiene el FEF. Además, los niños estudiados tenían tan sólo 7 años, edad en la que no está definida todavía la orientación sexual.
La realidad de los estudios más serios es que el índice de propensión a la homosexualidad de niños educados en parejas gays es del 30%, muy superior a la media. Además, el FEF argumenta que la adopción de niños por parejas homosexuales hace peligrar los acuerdos de adopción internacional, perjudicando a los matrimonios legalmente constituidos.
Por su parte, desde el Instituto de Política Familiar (IPF) se critica la equiparación de las uniones convivenciales de naturaleza y fines distintos al matrimonio y a la familia. "Se está eliminando el derecho de un niño a ser educado por un padre y una madre con consecuencias para la necesaria complementariedad y equilibrio psicológico", señala el presidente del IPF, Eduardo Hertfelder.
A pesar de todo, el Congreso de los Diputados aprobó en la mañana del jueves 21 el matrimonio gay. España está apunto de convertirse en el tercer país del mundo que acepta la adopción por homosexuales. Para progresistas, nosotros.