El banco suizo UBS continúa en números rojos por cuarto trimestre consecutivo. En los últimos tres meses las pérdidas registradas ascendieron a 373 millones de euros, frente a los 187 millones de euros que ganó en el mismo período del ejercicio anterior.
UBS se ha caracterizado por ser un banco muy especulativo y ha sido perseguido por las autoridades fiscales norteamericanas por esconder dinero negro. Parte de las pérdidas se debe a una carga extraordinaria de 1.423 millones de euros, incluyendo el coste de un crédito propio por importe de 950 millones de euros, así como pérdidas de 409 millones de francos vinculadas a la venta de su filial brasileña Pactual.
Las inyecciones de dinero del banco suizo le han salvado de la quiebra, pero no han hecho aprender a sus directivos. En lugar de eso, el banco ha reducido su plantilla en 2.783 personas, hasta 69.023 trabajadores el 30 de septiembre, prevé reducir el número de empleados del banco hasta 65.000 trabajadores en 2010 como consecuencia de las desinversiones anunciadas por la entidad.