Acaban de terminar los trabajos en la IV Comisión de Naciones Unidas donde se debate sobre el Plan Backer relativo al futuro del Sahara Occidental. Por 52 votos a favor, 0 en contra y 89 abstenciones, se aprobó una resolución de Argelia en la que se establecía un periodo transitorio de 4 ó 5 años como territorio autónomo dentro de Marruecos para celebrar posteriormente un referéndum en el que se escoja entre autodeterminación, régimen autónomo o integración en Marruecos.
El vecino del sur ha quedado tocado desde que intentara la modificación del Plan Backer. Tampoco Desatinos ha quedado en buen lugar porque su propuesta de modificación contaba con países opositores, principalmente Estados Unidos, que, según nuestras fuentes, ha sido el impulsor de esta resolución que pone fin al "agotamiento diplomático" y a la sangría económica que supone el Sahara para Naciones Unidas. "Estados Unidos no quiere seguir pagando", señalan a Hispanidad.com fuentes diplomáticas.
Y como en las elecciones todos se anotan el triunfo, Argelia acusa a Marruecos de haber tratado de colocarse fuera de la legalidad internacional y reafirmó la necesidad del referéndum de autodeterminación. Por su parte, el embajador de Marruecos reivindicó el gran número de abstenciones como una gran victoria. El problema ahora será la aplicación de esta resolución emitida bajo el capítulo 6 de la Carta de Naciones Unidas, es decir, las recomendaciones. En julio de 2003, Backer trató de desplazar el debate sobre el Sahara al capítulo 7, que permite intervenir e imponer sanciones. Curiosamente, fue España quien se opuso gracias al mal hacer de la entonces canciller Ana Palacio, impulsada por el diputado canario José Carlos Mauricio, conocido como el puntal del lobby marroquí en España.
La diplomacia española se anota con esta resolución un sonoro fracaso. Ha tratado de proponer la "modificación" y "revisión" del Plan Backer al modo marroquí: mareemos la perdiz hasta que vengan tiempos más propicios. En cambio, la postura francesa ha sido mucho más diplomática. A pesar de que algunos rumores apuntan a que Mohamed VI hubiera financiado la campaña electoral de Chirac, el Gobierno galo ha ido girando con discreción hacia Argelia y nunca ha llegado a decir, como la diplomacia española, que el referéndum es desaconsejable. ¡Menudo papelón, Desatinos!