Este jueves 19 de octubre, el gobierno portugués planteará de nuevo un referéndum para liberalizar y flexibilizar el aborto en Portugal. El país vecino tiene una legislación muy similar a la española. La diferencia es que la cumple. Y como la Ley portuguesa al igual que la española- exige la firma de un médico psiquiatra que certifique los peligros que el embarazo podría ocasionar para la salud psíquica de la madre, el aborto es una realidad cuasi marginal. Porque los médicos psiquiatras saben que no existen causas médicas reales por las que un embarazo pueda generar cuadros psiquiátricos sobre la madre. En cambio, sí que existe el cuadro del síndrome post-aborto. ¿Conclusión? No firman. Y sin firma, no hay aborto.
Lo que el Colegio de Médicos Psiquiatras portugueses considera es que el sistema español es una absoluta burla, un abuso permanente y consentido. Y no están dispuestos. Pero el gobierno de Sócrates sí. Y Zapatero apoya la moción. Así que se prepara un auténtico desembarco de centros privados que hagan la vista gorda al requisito de la firma del psiquiatra sustituyéndola por un psicólogo firmó en nómina del negocio. Modelo español. Incluso el ABC informa este jueves que ya se prepara la instalación de filiales españolas incluso antes de que se conozca el resultado del referéndum. Eso es democracia.