Como ya estoy un poco harto de tanta milonga, intentaré explicar en qué consiste la venta de Iberia, en cuyo accionariado figura con un 10% -a efectos políticos- la británica British Airways (BA).
Al cierre de la Bolsa de Madrid del pasado martes, Iberia valía en bolsa 3.250 millones de euros. La oferta del fondo de capital riesgo -ningún capital y muy poco riesgo, como ahora veremos- TPG aliado con British supone que, de ser aceptada, al final Iberia estaría en un 51% en manos de capital español (probablemente más capital-riesgo), tal y como exige la normativa, TPG se quedaría con un 39% y BA con el famoso 10%.
Ahora bien, no se trataría del mismo 10%. De lo que se trataría es de lo siguiente: BA obtendría 360 millones de dinero de la OPA, lo que vendría muy bien para paliar, por ejemplo, su agujero -agujero negro-. En fondo de pensiones, que supera los 1.200 millones de euros. A partir de ahí, compraría -con deuda, y ésta es la clave de la cuestión- un 10%, y lo mismo haría TPG con su 39%.
Insisto, se trata de compras apalancadas, por lo que BA comenzaría a pagar a sus prestamistas… con dinero de Iberia, que es lo que hace el capital riesgo. Venta de activos y desguace de la compañía: handling, mantenimiento, etc.
No sólo eso, para pagar la deuda -no olvidemos que estaría a nombre de una nueva sociedad creada por TPG y BA, utilizará la propia caja de Iberia. Descontando el cote del leasing de los aviones, a Iberia le sobra una liquidez de no menos de 700 millones de euros, más que suficiente para abonar la cuota parte de deuda, pues el 10% de 360 millones son 36. En cualquier caso, el efecto del apalancamiento siempre es el mismo: comprar Iberia con dinero de Iberia y, de paso, arreglar los problemas de British con el dinero de los demás (el de Iberia). Sin invertir un euro, oiga.
Cosa distinta es que BA decidiera opar a Iberia, con dinero contante y sonante. Ahí incluso podría hablarse de sinergias. Pero no: BA no quiere ser un socio industrial, lo que quiere ser es un socio financiero y apalancado para -como diría un castizo- llevárselo crudo. Y si al trocear Iberia nos cargamos Iberia, British va a sufrir, se lo aseguro.
Y por si alguien menciona la tontuna de las sinergias le diré que, hasta el momento, 10 años de presencia en el Consejo, la única sinergia que se ha logrado entre BA e Iberia es en la línea Londres-Madrid, donde se han repartido los horarios de vuelo: uno para ti, otro para mí. Peor será si BA pasa de socio compartido a controlar la gestión.
¿Comprenden ahora por qué los cuatro socios españoles, Cajamadrid, BBVA. El Corte Inglés y Logista están ‘ligeramente cabreados con British Airways? Y conste que lo estarían menos si se apalancaran más y pagarán más de 3,6 euros por acción.
Ahora bien, la culpa de esta situación la tienen esos socios, especialmente los dos financieros, que fueron los que mostraron más interés en la venta. El gran error ocurrió el pasado 23 de marzo, cuando se emitió el lamentable hecho relevante en el que se autorizaba al presidente del Consejo para ofrecer información a posibles vendedores. Desde entonces, lo único que se ha hecho es recibir a los apalanca-jetas y gritar aquello tan bonito de "el enemigo está dentro y habla inglés… aunque no es Lewis Hamilton".
En el crepúsculo del mes de octubre, no se ha conseguido el soñado el efecto Endesa o efecto Pizarro, es decir, una guerra de opas que lanzara la cotización de Iberia. Pues bien, desde marzo aquí hemos pasado de 3,2 euros a 3,5, que tampoco es para tirar cohetes.
No sólo eso, sino que ahora los que iniciaron la venta no quieren cerrar el proceso con otro hecho relevante, no vaya a ser que se derrumbe la acción, porque, naturalmente, al calor de una OPA previsible, todos los especuladores se han lanzado a especular con títulos de Iberia. Pues bien, Cajamadrid, BBVA, El Corte Inglés y Logista deberían afrontar los hechos y dar por cerrado el proceso, aunque esto les cueste un derrumbamiento de la acción de la que sólo ellos son responsables. Y que se queden a cortar el cupón, en lugar de meterse en aventuras especulativas que sólo contribuyen a laminar el proceso inversor español.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com