• Entre ellos, destacan Florentino Pérez, los Albertos, José Manuel Loureda o las constructoras Ferrovial, FCC, Isolux y Acciona.
  • Y aún peor lo tienen las inmobiliarias, que viven de refinanciaciones.
  • El gobernador Luis María Linde no ha necesitado cambiar la normativa: simplemente la aplicará de forma rigurosa.
  • Vamos, que se acabó la coña de las refinanciaciones, pan para hoy y hambre para mañana.

Al final, el rumor se concretó... y tal como estaba planteado. En la tarde del martes 30 de abril, el Banco de España emitía un comunicado, no sobre una nueva normativa, sino sobre la nueva forma de aplicar una normativa ya existente, la circular 4/2004 sobre refinanciación de créditos.

En pocas palabras, el instituto supervisor quiere evitar que los bancos no consideren morosidad las refinanciaciones, a sabiendas de que muchas veces refinancian porque, de otra forma, llevarían a la quiebra a la empresa prestataria y no cobrarían nada.

En el fondo, toda refinanciación no deja de ser pan para hoy y hambre para mañana, dado que si hoy no te puedo pagar cinco, ¿por qué pasado mañana voy a poder pagarte 10

Ahora bien, la repercusión de unas mayores provisiones bancarias sobre un crédito refinanciado hace temblar a todo el sector. Las fuentes bancarias consultadas por Hispanidad hablan de eso: de otro golpe a la cuenta de resultados. Dicho de otra forma, la banca tiene claro que debe cerrar las refinanciaciones, aunque lo último que desee un banco sea embargar al moroso.

Ahora bien, los más perjudicados por la novedad del Banco de España serán los sectores más apalancados, especialmente construcción.

Ojo, hablamos tanto de compañías como de sus máximos accionistas, porque en algunos casos se vive ese doble apalancamiento. Ejemplo típico es ACS, con una deuda real de más de 9.000 millones de euros pero cuyos máximos accionistas, sobre todo Florentino Pérez (en la imagen) y los Albertos, también han tenido que refinanciar sus créditos, avalados por acciones de sus empresas.

En Sacyr, empresa asimismo muy endeudada, hay caso como el de José Manuel Loureda (12% del capital), que asimismo está endeudado y obligado a refinanciar. Y en similar situación se encuentran Ferrovial -que ha disminuido su apalancamiento-, FCC -en reconversión-, Acciona -que desde el pelotazo de Endesa ha ido aumentado su endeudamiento- o Isolux, de Luis Delso, con un proceso de adelgazamiento a gran velocidad. En definitiva, si se endurece la refinanciación podríamos vivir una cascada de concursos de acreedores.

Y no digamos nada de las inmobiliarias, mucho peor que las constructoras. Esas aún lo tienen más difícil.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com