Sr. Director:

Un solo caso, el de Roe contra Wade, sirvió para legalizar el aborto en EEUU y considerar que el niño no nacido era propiedad de su madre.

Hoy, dos americanas, J. Thomas y K. Painter que pasaron por un aborto provocado se pasean por medio mundo recogiendo un millón de firmas de mujeres que sufrieron este trauma, para llevarlas a la Corte Suprema de ese país.

Pretenden dar a conocer la huella del aborto sobre la "madre": pesadillas, depresión, suicidio, el peso de la culpa y alertar de que el aborto es un negocio de dimensiones colosales que se pretende encubrir miserablemente bajo el capítulo de "derechos de la mujer" y que con el apoyo del hombre, la mujer casi siempre quiere continuar con su gestación.

Clara Jiménez

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