La vicepresidenta De la Vega 'indulta' a Díaz Ferrán. Dice que respeta la libertad de empresa y que no entra en la organización interna de la CEOE. Más bien lo que pasa es que el Gobierno Zapatero prefiere tener a una patronal débil porque la necesita dócil para lograr un acuerdo social que mejore la desastrosa gestión gubernamental ante la crisis. Especialmente cuando se está debatiendo la reforma laboral. Por eso, en la mañana de este lunes, el secretario general de la patronal, José Maria Lacasa, dejaba a un lado la reforma contractual y la rebaja de las cotizaciones de la Seguridad Social. Se centrarán en el empleo juvenil y en el llamado contrato alemán. Se agarran a la satisfacción que les produce la supuesta voluntad del Gobierno por las reformas estructurales. Trampas en el solitario.
Los patronos están en una situación complicada. Por una parte, no sienten que un empresario en crisis, o sea, Díaz Ferrán, pueda ser un buen representante, pero temen la alternativa que promueve el Gobierno, el catalán Joan Rosell, un empresario cercano al Gobierno de turno: CiU, tripartito y lo que le echen, y muy amigo del presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Javier Gómez Navarro, ex ministro del PSOE. Añadan el centralismo empresarial y el círculo está cerrado.
Pero la situación del grupo empresarial de Díaz Ferrán -su socio es Gonzalo Pascual, vicepresidente de la patronal- es complicada. Su objetivo es venderlo todo y jubilarse en la CEOE. O sea, ser un José María Cuevas. El problema es que no consigue vender. La última gestión es Trapsa. Ha vendido casi todo y ya sólo le queda vender Marsans. El problema es que no hay muchas ofertas de compra. Y Marsans ha sido rechazada por casi todos. La última oportunidad es Orizonia, porque Viajes Halcón no está por la labor y el Corte Inglés tampoco. Está por ver que lo consiga al precio deseado. Ni tan siquiera está claro que pueda ejecutarse la presuntamente ya vendida aerolínea Air Comet (tras el cierre de esta edición, se anunciaba el cierre de Air Comet, por embargo). Mientras tanto, la marejada interna persiste.
Y a todo esto hay que sumar la distancia con el presidente de CEPYME, Jesús Barcenas, que este fin de semana pedía un recorte salarial. "Esa propuesta no está encima de la mesa", es todo lo que ha llegado a decir Lacasa.
La guinda: el juicio que se sigue en Madrid por el caso Aerolíneas Argentinas.