A día de hoy, la capitalización de Iberdrola se encuentra en 26.300 millones de euros, la de su filial Iberdrola Renovables en 10.200 millones de euros, un 39% de su matriz. La idea de contar con ambas en bolsa tenía sentido cuando se necesitaba captar capital. Ahora, el principal peligro para Iberdrola es el ataque de ACS.
Por eso, la suma de ambas debería sumar una capitalización equivalente a 36.500 millones de euros. El primer efecto que se consigue es reforzarse frente a una OPA. Si, además, el posible opador ya está dentro, el efecto dilutivo es más eficaz que cualquier ampliación de capital. Así, ACS tendría un tercio del accionariado, de lo contrario, tras una OPA, también controlaría a la filial. En cualquier caso, un posible mecanismo de defensa ante Florentino Pérez.