La vicepresidenta De la Vega acaba de regresar de su gira hispanoamericana con satisfacción. Afirma haber establecido lazos para cambiar el sentido de las cumbres iberoamericanas. No explica el cambio de sentido, pero debemos de entender que se trata de pasar de una asistencia de "ni el Tato" a un pleno total en la próxima cumbre de Salamanca.
Como hemos informado, De la Vega ha hecho el recorrido indigenista, ese nuevo eje del populismo hispanoamericano formado por Kirchner-Lula-Chaves-Castro y quizás Bolivia. El nuevo eje de la política exterior española, desde luego muy lejos de Washington que todavía sigue sin perdonar las "reflexiones tunecinas" en las que Zapatero instaba a los países con tropas desplazadas en Iraq a que abandonaran el país.