La vicepresidenta De la Vega trata de hacer ejercicio de cintura con un asunto que resulta muy incómodo : el anunciado no de ERC al Estatut. De la Vega insiste en que se trata de un asunto del gobierno catalán y que su respeto institucional le impiden pronunciarse sobre el tema: No voy a enjuiciar algo que incumbe a otro Gobierno. Es tan respetuosa que tampoco se pronuncia sobre las consecuencias que el rechazo republicano podría tener sobre la estabilidad parlamentaria del gobierno.

Sí se atreve a decir en cambio que habrá un buen Estatut que dará más autogobierno, más prestaciones y más proximidad en relación a las cuestiones que afectan a los ciudadanos. Los ciudadanos deben de estar contentos de poder contar con una norma que dará mayor estabilidad y progreso. A eso se le llama respeto institucional.