"Las relaciones con el Vaticano son cordiales"

El ‘caldito' se retrasó. Estaba previsto para el mediodía del martes y finalmente se produjo en la noche del jueves. Y no fue un ‘caldito' como había señalado Zapatero a principios de enero, sino una cena en toda regla diplomática. ¿Hablaron de la modificación de los acuerdos con la Santa Sede? Conviene recordar que ZP dijo que si la Iglesia mantenía su actitud, tendría que cambiar la actual relación con la Iglesia. De la Vegadice que nada de nada. No lo dice, pero probablemente lo piensa: lo de Zapatero fue un calentón.

El tono de De la Vega es suave: "La relación es cordial, de entendimiento, como lo ha sido en los últimos años; no hay ningún planteamiento de modificación". ¿De qué se habló? "De los acontecimientos de la última semana, en un marco de respeto y de exigencia de respeto". Y lo consabido. "Diálogo y acuerdo en la separación entre Estado e Iglesia en las respectivas competencias". ¿Hubo tensión? De la Vega lo niega, a pesar de que a ZP le interese la tensión. No con la Iglesia. O al menos, no ahora. El voto laicista ya está recogido. Ahora llega la hora de templar gaitas. Y nada mejor que hacerlo con el Nuncio. "La relación con el Vaticano es buena; no hubo ningún problema; la reunión transcurrió en un diálogo constructivo".

Ya, pero ¿qué respuesta ha habido por parte de la Santa Sede tras las quejas mostradas por el embajador Vázquez? "No tiene que haber respuesta, la reunión y las relaciones fluyen en el ámbito del diálogo y la cordialidad desde la discrepancia".

Bla, bla, bla. Sabemos que el Gobierno exigió respeto a la Iglesia. ¿Y la Iglesia? ¿Se ratificó el Nuncio en la nota de la Conferencia Episcopal? ¿Marcó distancias? De la Vega no contesta. Tan sólo dice en un momento: "No le vamos a hacer al Nuncio elegir con ellos o con nosotros". Ya, pero seguro que él sí ha elegido.