Se está difundiendo la campaña de sensibilización social de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, bajo el eslogan: Las drogas no sólo perjudican a quienes las consumen. Todo tiene un precio, la acción ambiciona avisar sobre la incidencia del derroche de alcaloides, como el causante de conflictos sociales como la frustración estudiantil, las lesiones de circulación, los percances laborales y la crueldad en general.
Es preciso no bajar la guardia -según afirma Ignacio Calderón- para lograr reducir el consumo de determinadas sustancias que aún se sitúan en niveles preocupantes, en relación al derroche de cocaína, cannabis y bebidas etílicas.
España se encuentra en la cima universal de la dilapidación de cocaína, por delante de los Estados Unidos. El 3 por ciento de los hispanos aprueba haberla derrochado en el último año y casi el 1,6 por ciento, el último mes.
Entre los muchachos, el 79,6 por ciento han dilapidado alcohol alguna vez y el 58 por ciento admite haber perpetrado el derroche de bebidas etílicas, en el último mes.
En cuanto al cannabis, el 32,2 por ciento de los adolescentes lo han quemado alguna vez. Y el 20,1 por ciento lo ha hecho durante el último mes. Por último, referente a la cocaína, el 5,7 por ciento de los escolares han derrochado cocaína alguna vez durante su existencia; 4,1 por ciento en el último año; y 2,3 por ciento, en el último mes.
La droga es la muerte, la inmolación de millones de jóvenes ingenuos e inocentes, en aras de uno de los más sucios y terribles negocios que ha conocido la humanidad.
Clemente Ferrer Roselló
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