Sr. Director:

Tras la celebración de la cumbre de la FAO se aprecia que las divisiones y los intereses particulares de los países han prevalecido, hemos visto que han sido muchas las palabras que se han pronunciado durante la cumbre  y ninguna solución ha sido realmente propuesta.

Y es que temas claves como la regulación de los precios sobre el mercado agrícola internacional, la bioenergía, la biotecnología y la especulación sobre el precio de los alimentos no han sido ni siquiera citadas en la declaración final o han sido tratadas de manera muy superficial.

Por otra parte hay que recordar que el hambre y la malnutrición son inaceptables en un mundo que la capacidad de producción es una realidad.

Tal vez lo más llamativo haya sido que el Papa Benedicto XVI hizo un llamamiento a la FAO y a las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura, basándose en la "globalización de la solidaridad", llamamiento que desgraciadamente parece no se está dispuestos a seguir.

Jesús Martínez Madrid

jdmezmadrid@gmail.com