Es verdad, el PSOE tiene razón: a Melilla no tenía que haber viajado José María Aznar. El que tenía que haber ido es Mariano Rajoy, como jefe de la posición pero, como es un frívolo, ha perdido una excelente oportunidad de comportarse como un estadista, que es lo que pretende ser.

Es más, el Partido Popular resaltaría la vergonzante cobardía de Zapatero ante Marruecos si su presidente viajara a Ceuta y Melilla constantemente, si el Comité de Dirección del PSOE se reuniera allí de continuo y si el PP, ya desde la oposición, para marcar postura, solicitara al Ejecutivo que adopte medidas de firmeza frente al intento de anexión de Ceuta y Melilla (que es lo que pretende Mohamed VI). Porque lo más importante para vencer esta batalla al sátrapa de Marruecos consiste en que ceutíes y melillenses, no se sienten abandonados por el resto de España.

Posdata: la cobardía del Zapaterismo, una de sus marcas de identidad, está animando el nacionalismo marroquí y la dictadura de Mohamed VI. Mejor sería hacer todo lo posible para obligar a democratizar el régimen alauí pero, en el entretanto, está animando a que el gueto que medio millón de marroquíes han sembrado en España se convierta en germen de radicalismo, en una quinta columna dispuesta a atentar contra los españoles en España. Ya tuvimos un 11-M y nadie desea otro. Ya tenemos a dos españoles secuestrados por Al Qaeda en el Magreb y ya todo el Islam sabe que España es un país débil, con un Gobierno pusilánime que cede ante la violencia y que vende las cesiones ante las inacabables pretensiones marroquíes como victorias diplomáticas.

Produce sonrojo observar la dureza con la que ministro José Blanco se ensaña contra Aznar mientras asegura que la solución al conflicto es inminente porque cuatro activistas enviados por Mohamed VI cesen en su boicot tras atentar contra el derecho internacional tras ocupar la zona neutral entre ambas fronteras. Eso no es solucionar el conflicto sino volver a ceder... hasta la próxima reclamación. En la prodigiosa mente de ZP y Blanco predomina la idea -que no se atreven a expresar en voz alta- de que algún día habrá que ceder Ceuta y Melilla a Marruecos. Este es el verdadero problema, en el viaje de Aznar.

¡Cuidado con el terrorismo marroquí en España! Con su apocamiento, ZP está creando el caldo de cultivo para otro 11-M. Ya sabemos que llegó al poder sobre 192 cadáveres de españoles y que el tiempo de gracia que le otorgó la mafia islámica a su protegido se ha terminado.

El Zapaterismo sólo sabe de una guerra: la guerra civil. Atacado por Marruecos pide prudencia mientras reserva la mano dura y la violencia para los otros españoles, para la derecha y sacrificando a su propia policía. Un régimen guerracivilista siempre pierde las batallas contra el enemigo exterior, por más que las disfrace de pacifismo.

Bien haría el Gobierno, como han hecho los franceses, en crear unidades policiales y de inteligencia, dedicadas a investigar a la comunidad marroquí residente en España. Los inmigrantes hispanoamericanos, incluso los procedentes de la Europa del Este, aunque más lentamente que aquéllos, tienden a integrarse en la sociedad española: los musulmanes marroquíes, no.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com