En la Comisión Central de Deontología se coincide con otras entidades en alertar que el aborto no puede ni debe ser considerado nunca como un método anticonceptivo y no debe ser promocionado como planificación familiar.
Ya desde el punto de vista conceptual es un error hablar de interrupción voluntaria del embarazo para referirse a esta nueva Ley, puesto que todo lo que se interrumpe se puede reanudar y, evidentemente, este no es el caso.
Uno de los principales problemas que se plantean es el de la determinación de las causas psíquicas que justificarían la realización del aborto, según marca la Ley. Los profesionales médicos se preguntaron ¿cómo puede valorarse la afectación psíquica que el embarazo produciría en el futuro a la mujer?
Según está recogido en esta Ley sólo se necesita una firma para avalarlo y la experiencia ya nos ha dado sobrados casos de irregularidades en los informes médicos que alegan causas psíquicas para recomendar el aborto: una decisión tan importante y de consecuencias irreversibles, cual es un aborto, no puede ser adoptada por un solo facultativo, dicen con razón.
José Morales Martín