Este lunes se celebraba un interesantísimo encuentro con motivo de la presentación del libro España 2010: la crisis como oportunidad; las reformas necesarias del Foro de la Nueva Sociedad. Participaban -entre otros- el ex presidente de la CNMV, Manuel Conthe, brillante como siempre. Haciendo gala de una visión un tanto jacobina de la función pública, Conthe abogó porque el PSOE se independizara de los sindicatos y el PP de la Iglesia. También se mostró contrario al nacionalismo, pero advirtió que tan nacionalista es el nostálgico de D. Pelayo que el culto a la barretina. Mandobles hubo para todos. Del PP criticó el defecto de la crítica indiscriminada: Devaluar la crítica resta credibilidad a las críticas fundadas. El PSOE censura el optimismo antropológico. Considera que fue una frivolidad presumir de la solidez del sistema financiero cuando nosotros tenemos nuestra propia subprime: los excesos de crédito promotor. Eso sí, también critica que a finales de 2003 (justo antes de las elecciones) se rebajaran las provisiones dinámicas por presiones de los bancos. De haberse mantenido -asegura- hoy tendríamos un mayor colchón.
De Zapatero critica que impida la necesaria autonomía al ministro de Economía. Y así -señala- se da la paradoja de que simples ministros de Hacienda como Solchaga, Boyer o Solbes en su primera etapa tuvieron mucho más poder que un Solbes o una Salgado con rango de vicepresidentes.
En el capítulo de los fallos colectivos, Conthe considera que desaprovechamos la bonanzas que se produjo tras la entada del euro y la llegada masiva de inmigrantes. En su opinión, no cumplíamos con las condiciones para entrar en la moneda única. Ni los políticos hicieron su trabajo, ni las instituciones nos ayudaron ni los empresarios fueron razonables sino que se comportaron con enorme negligencia. En su opinión, Mastricht fue tributaria de una concepción liberal que denigraba al sector público y alababa la capacidad de analizar riesgos del sector privado. Conthe considera que los únicos que lo hicieron bien fueron los del Circulo de Empresarios que ya advirtieron de un déficit estructural y de la necesidad de que los superávits fueran más voluminosos.
En cuanto al sistema autonómico, Conthe considera que es costoso e ineficiente y considera que habría sido mejor avanzar hacia un federalismo asimétrico. También censuró que el 50% del sector financiero esté en manos del sector público con el aval del Tribunal Constitucional.
Andrés Velázquez
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