Según el Instituto Elliot, las adolescentes con antecedentes de aborto son más propensas a desarrollar problemas psicológicos y dificultades de relación social
La patronal de centros de aborto, ACAI, ha propuesto eliminar la obligación del consentimiento del padre o tutor en caso de un aborto de un menor. Argumentan que el menor maduro ya sabe lo que quiere y que por tanto puede suponer una quiebra en la autonomía personal de la menor. En realidad, son los menos indicados para la propuesta. En primer lugar, porque eliminar el consentimiento les beneficia como empresas. Y en segundo lugar, porque los centros de abortos siempre han mirado para otro lado cuando faltaba la firma del titular de la patria potestad. Los movimientos provida tienen registrados varios testimonios del falsifica la firma y ya está.
Ahora la pelota está en el tejado del Gobierno. Hacer caso a la patronal es casi, casi, como tomar la decisión de las tarifas eléctricas en función de las negociaciones con UNESA. Un escándalo. Pero es que además, la Asociación de Víctimas del Aborto, ha emitido en la mañana de este jueves una nota en la que revela que los estudios científicos apuntan a una mayor vulnerabilidad de las menores. El Gobierno debe velar por las mujeres vulnerables, no por las empresas a las que les va el negocio en ello.
AVA recuerda que según recientes estudios del Instituto Elliot, las adolescentes con antecedentes de aborto son más propensas a desarrollar problemas psicológicos y dificultades de relación social que las adultas que han abortado. La investigadora del Elliot, Priscila Colleman, revela en un reciente estudio que los daños por dar a luz son muy inferiores a los del aborto provocado. Por otra arte, la psicóloga Beatriz Mariscal especializada en adolescentes recuerda que las menores son más vulnerables a la presión de someterse a un aborto provocado por lo que desde AVA se pide un plus de protección y vigilancia.