Decíamos ayer que Ana Patricia Botín, presidenta del Grupo Santander, había roto el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), esa suprapatronal, que dirigían Emilio Botín, César Alierta e Isidro Fainé, los tres mosqueteros. Y así es. Por de pronto, faltó a la primera cita, alegando que tenía un viaje a Londres (es cierto, se pasa allí dos días por semana). Pero alguien ha salido bien parado de esta situación. Es Juan Rosell (en la imagen), presidente de la preterida CEOE, quien ha recuperado el trono de la representación patronal española.

En efecto, Ana Botín ha desactivado el CEC y ha resucitado la CEOE. Bueno y también ha 'arreglado' el divorcio entre la gran y la grandísima patronal.

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