Como si en Cataluña no tuviéramos bastante con los casos de corrupción, chantaje y espionaje político ahora sale a colación de nuevo esa técnica de pagar favores que era el encargo de informes a amigos, familiares y conocidos a cambio de una jugosa remuneración.
Las cuestiones de tan sesudos informes eran tan interesantes como el diseño de un parchís, la almeja brillante o el juego de la casita recortable. Por supuesto, eran encargados a dedo y algunos copiados de internet y de una sola página. Y ahora aparece un informe sobre las avellanas realizado por una agencia de detectives.
Me pregunto qué controles existen en la Generalitat sobre el gasto de dinero público. ¿Nadie advirtió nada raro en que unos detectives hicieran un informe sobre unas avellanas Recientemente estaba con un amigo de Rotterdam y le pregunté si algo de esto ocurría en Holanda. Me dijo que no y que toda esta marabunta de casos de corrupción, espionaje y despilfarro le sonaba más bien al sur de Italia.
Ya lo ve, señor Mas, Cataluña no es Holanda. Según los holandeses, más bien se parece a Sicilia o Calabria.
Miguel Torres