Que Jaime Castellanos, presidente de Recoletos, y un grupo de directivos, se ha hecho con el principal grupo editorial de prensa económica y deportiva de España casi de balde, no es ningún secreto. Bueno, casi de balde y con el apoyo de su sobrina, la presidenta de Banesto, Ana Patricia Botín. Y es que cuando uno cuenta con un banco amigo puede aspirar a controlar grandes consorcios.
La operación por la que Castellanos se ha hecho con Recoletos es, cuando menos, curiosa. En esas condiciones, la empresa editora de Hispanidad.com está dispuesta al reto de hacerse con el control del Washington Post. Pero aunque algunos digan que la operación es inmoral, lo cierto es que no es ilegal. Es más, el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Manuel Conthe, afirmó que si se producía la exclusión del pequeño accionista a unos precios gravosos para éste, la CNMV intervendrá con beligerancia.
Pues bien, no habían pasado unos pocos días desde que la CNMV había aprobado la operación, cuando Castellanos al frente de su sociedad Retos Cartera ha manifestado su intención de forzar la exclusión de cotización (o sea, expulsar al pequeño accionista), en un plazo de dos meses. Por ahora, se sigue hablando de los 7,2 euros por acción. Es decir, una tomadura de pelo para ese pequeño accionista. Esperemos que la CNMV actúe, y con beligerancia.