Esto de movilizar a la ciudadanía a través de mensajes cortos no parece que vaya a parar. Las nuevas tecnologías aplicadas a la contestación. Lo hizo la izquierda para movilizar a su gente en la noche del sábado 13 de marzo con gran éxito. Por supuesto, el ministro del Interior, Ángel Acebes, también colaboró con ese ejercicio de transparencia que dejó atónitos a los corresponsales extranjeros. "¿Se va a suspender la boda del Príncipe?", preguntaba un corresponsal chino. Que no decaiga la noche...

Los populares están calientes y han copiado el modelo. Ayer dábamos cuenta de la manifestación convocada en la calle Génova. Un éxito a pesar de la desconvocatoria oficial, que congregó a cerca de 5.000 personas organizados en círculos concéntricos: en el "núcleo duro", los PPijos, rodeados de las "señoras" del partido. En último lugar, los jóvenes profesionales, hijos del "baby boom".

Pero, si exitosa fue la manifestación del mediodía, desastrosa fue la convocatoria frente a la sede de Canal en Torre Picasso para protestar por la política informativa del Grupo Prisa, ese que se encuentra en "rally alcista" desde la victoria de Zapatero. En la noche del jueves 19 hay un segundo intento. Esta vez en "casa Polanco". El texto de la convocatoria dice lo siguiente: "Cacerolada, bocinazos en casa d POLANKO, (aquí figura el domicilio particular del editor) jueves 18 marzo a partir de las 12 noche, reenviad". 

Por supuesto, se trata de una manifestación "espontánea" en la que nada tiene que ver el PP. La convocatoria oficial será para el domingo 27 en la plaza de Vista Alegre. Un homenaje a Aznar y también un pistoletazo de salida para las elecciones europeas de junio, convertidas ahora en indicador del impacto del 11-M sobre el resultado electoral.