"No estoy de acuerdo con la renuncia de Maragall a la mención de los "paisos catalans"". Así se expresaba en la mañana del miércoles 17 el presidente del Parlamento de Cataluña, Ernest Benach. Para el independentista, el concepto de la gran Cataluña es argumentable desde la óptica histórica, económica y social. O sea, que Benach no se conforma con
Pero hay más. A Benach le debió de fallar el subconsciente. Afirma oponerse a la renuncia "maragalliana" porque va en contra de "lo que hemos mamado". Este es el problema de fondo. El nacionalismo ha mamado de una ubre excluyente, expansionista, ideológica. Y de esa leche, tales mamíferos. Siembra vientos y recoge tempestades. ¿Verdad, Sr. Pujol?