El Gobierno socialista no puede con Botín: el cable español terminará en fondos especulativos, especialmente Providence y Carlyle. Amena también está en venta. Botín no acepta consejos gubernamentales, mientras retrasa el veredicto obre el sumario de las indemnizaciones
Los hay que se han sentido ligeramente preocupados cuando un analista del Santander Central Hispano (SCH), especializado en temas energéticos, ha aludido a un posible intercambio entre los gobiernos italiano y español: Unión FENOSA, de la que el Santander es el principal accionista, para la italiana ENEL a cambio de que el Gobierno italiano abra a Botín las puertas del San Paolo IMI, una entidad mucho más importante que la BNL que pretende el BBVA.
Y eso justo en el momento en el que Manuel Pizarro, presidente de Endesa, acaba de provocar un glorioso golpe de timón con una Caja Madrid que ha pasado del 5 al 9% del capital de Endesa, es decir, que se ha convertido en uno de los principales valedores de Pizarro.
La verdad es que los empresarios nombrados por le Partido Popular ya han llegado a la conclusión de que con el Gobierno Zapatero no hay manera de pactar: si no hay nada que perder, lo mejor es morir luchando. Y están obteniendo batallas. De hecho, la estrategia de Zapatero ha cambiad ahora toda su obsesión consiste en conquistar Madrid, en manos de Esperanza Aguirre (PP) y, en la medida de lo posible favorecer al ambicioso alcalde madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón, siempre enfrentado a Aguirre y siempre deseosos de menospreciar a su correligionaria con cargo al PSOE.
Pero la actitud de los empresarios nombrados por el Gobierno Aznar no afecta a Botín. Botín exige la rendición incondicional. A pesar de que el Gobierno le ha apoyado en sus peripecias judiciales, por de pronto retirando al abogado del Estado del caso de las cesiones de crédito, Botín insiste en vender todo su grupo industrial,
Y a pesar del sorprendente retraso en la sentencia del juicio sobre las indemnizaciones de Amusátegui y Corcóstegui (los procuradores fueron citados para recibir la sentencia el pasado viernes día 1, pero aún no se sabe el resultado, lo cierto es que Botín continúa sus planes para, no sólo desprenderse de AUNA, sino hacerlo por trozos.
Poco le ha importado que el ministro de industria, José Montilla, haya exigido que no se desmiembre un grupo que constituye la única posibilidad de hacer competencia a Telefónica con un operador integral, un grupo del que depende la instalación del cable (el mayor retraso español en materia de infraestructuras), sino que al final, el cable español va a terminar en manos de fondos especulativos (especialmente Providence y Carlyle) que darán el pase a la menor oportunidad. Asimismo, y sólo por casualidad, Providence ha tomado el 25% del grupo Recoletos, en una operación por la que el cuñado de Botín, Jaime Castellanos, va a hacerse con el control de este grupo periodístico a precio de saldo.
Pero el desate Aun no acaba ahí. Botín quiere vender Auna Cable a ONO (Galdón continúa preparando su nueva oferta) y vende aparte Amena. La venta por separado conlleva más gastos de tramitación, que los hombres de Botín calculan en unos 30 millones de euros. Es igual: vendiendo pro separado se obtiene más dinero.
Zapatero, por lo tanto, continúa trabajando para Botín, no se sabe exactamente por qué. La verdad es que Berlusconi estaría dispuesto a abrir las fronteras a la banca italiana con tal, no sólo de apoyar a ENEL, sino de que, sobre todo, le permitan continuar con Tele 5. De lo segundo es propietario, de lo primero sólo regulador.
Ahora mismo, en España, posee Viesgo y acaba de publicar que aspira a un 5% del mercado. La verdad es que Fenosa le aportaría, de un solo golpe casi el 15%. Admea - no olvidemos que en el caso del gas egipcio, FENOSA es socio de ENI; la megapetrolera italiana, y que Berlusconi de buena gana fusionaría ENEL con ENI.