Vivo en una calle céntrica de Madrid, esa ciudad donde su Ayuntamiento poda los árboles cortándoles solo las ramitas más finas, como para disimular.
En Madrid, el Ayuntamiento poda los árboles no para sanearlos, sino para disimular. Mientras, esos árboles viejos dañan las fachadas de nuestras casas y de vez en cuando dejan caer grandes ramas en la calzada, con grave perjuicio de peatones y vehículos. Y como el Ayuntamiento no poda como debe, los bomberos deben salir a realizar esa tarea. Ahora mismo, según escribo estas líneas, en mi calle próxima a Martínez Campos hay dos coches grúa de bomberos haciendo una poda de urgencia donde debería haber trabajado a fondo el Ayuntamiento.
No es la primera vez en menos de un mes. Nuestro Ayuntamiento es así de chulo: en Madrid, los bomberos podan los árboles. ¿Terminarán recogiendo la basura? No me extraña que los bomberos se quejen.
José Luis Hernangómez de Mateo