La canciller alemana, Angela Merkel, decidió prohibir la compra a corto, una (una más) de las prácticas especulativas contra la deuda pública y la banca alemanas y hundieron la bolsa de todo el continente, naturalmente la española, e incluso Wall Street, al menos en la apertura.
La medida de Merkel es estupenda, muy alemana: se prohíbe determinado fórmula financiera y a correr. Lo malo es que los mercados son globales por lo que las medidas antiespeculación también deben ser globales De otra forma, el dinero huye hacia otros espacios, ahora mismo, huye hacia los países emergentes, principalmente China, India, México y Brasil. Y tan ricamente.
Toda la jornada económica del miércoles estuvo marcada por la decisión alemana, a los dos lados del Atlántico. Se ha hecho algo bueno pero no se ha hecho bien, de cualquier forma, el camino es el marcado por los alemanes: sólo que hay que hacerlo de forma global ante una especulación global.
Miriam Prat
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