Sr. Director:
Un nuevo impulso para el catolicismo ha sido el viaje pastoral de Benedicto XVI a la laica Francia, conmemorando el 150 aniversario de las apariciones de la Virgen María en Lourdes.

El Pontífice alabó, ante 200.000 feligreses reunidos en una misa, la laicidad positiva del Estado, donde la religión, sus valores morales, la cultura histórica, el trabajo misionero, la familia tradicional, así como la indisolubilidad del matrimonio son apreciados como bienes sociales.

También animó el Papa a evangelizar mediante las catequesis formativas, así como al fomento de las vocaciones sacerdotales. Se centró, más que en las sanaciones corporales, en las espirituales: "Lourdes es un lugar de encuentro con Dios en la oración, así como de acogida a los enfermos y de todos los que sufren. Aquí, la Virgen María sale a nuestro encuentro como Madre disponible a nuestras necesidades", afirmó Benedicto XVI.

El griterío festivo de 30.000 españoles dieron un alegre color a este gran predicador de la Palabra de Dios.

Rosendo Alcaraz Gutiérrez

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