Con un informe que ha causado expectación en los mercados españoles, el analista de Banif recuerda que "contribuyentes norteamericanos seguirán pagando el rescate hipotecario durante muchos años". A don Emilio se le ha debido infiltrar algún 'rojo' en su firma de banca privada Banif: no olvidemos que el Santander, al igual que todo el sector bancario español, se ha visto beneficiado en Bolsa por la medida del Tesoro norteamericano de intervenir y salvar las dos firmas
No se pierdan las partes clave del informe de Banif, la firma de banca privada del Santander, que alude a la profundidad de la crisis y a la medida estrella deComo asegura el analista de Banif, pasarán muchos años antes de que el conjunto de los contribuyentes estadounidenses paguen los errores y los horrores de la especulación montada sobre los préstamos hipotecarios.
Además, como recuerda Banif, los bonistas y la Hacienda norteamericana cobrarán antes que los propios accionistas de las dos firmas.
Es cierto que los bancos españoles no se dedican a la especulación del mercado secundario como los norteamericanos -tanto de inversión como universales- o los británicos y alemanes, pero se han visto beneficiados en su cotización más que la industria, en todas las bolsas europeas, lo que ya da pistas.
En cualquier caso, George Bush, en la recta final de su mandato, ha caído en la vieja trampa de que la banca no puede quebrar y todos estamos obligados a salvarla: los beneficios privados pérdidas públicas, o socialización de las pérdidas, si lo prefieren.
Por tanto, no cabe duda de que algún "rojo" se ha infiltrado en el Santander. Que no se pase. Por si fuera poco, Banif hace un retrato del momento económico que desdice las optimistas previsiones de la vicepresidente Solbes y del Gobierno ZP la crisis va para largo, esto no queda así, esto se hincha.
Y todo ello 24 horas después de que otro infiltrado, esta vez en el Servicio de Estudios de Caixa Catalunya elevará el número de pobres que existen en España. Precisamente, Caixa Catalunya, controlada por los socialistas y presidida por el ex vicepresidente Narcís Serra, y precisamente unas horas antes de que Solbes anunciara que el salario mínimo no iba a subir lo prometido a comienzos de legislatura.