Sr. Director:
Y así todo el mundo sabe a que atenerse en el asunto de la nicotina y derivados y el peligro que corre. Y las tabaqueras no se hacen responsables de los graves problemas que produce el tabaquismo.
Con los preservativos, condones o profilácticos debería claramente ocurrir lo mismo.
Está demostrado que preservativo no equivale a sexo seguro, porque el preservativo, por muy diferentes motivos y circunstancias puede fallar. (Aproximadamente en el 15 % en estudios de la máxima seriedad).
Lo que produce indudablemente graves enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados y SIDA (VIH).
El virus del SIDA es 30 veces de menor tamaño, que los elastómeros (orificios) de la goma o látex, y este virus muchas veces mortal, se cuela por ellos y puede atravesar la supuesta barrera defensiva. Esto no lo sabe la juventud.
El preservativo como dice su nombre previene en parte, pero no evita definitivamente el problema. De cada 1.000.000 de usos de profilácticos, 150.000 personas pueden ser adquirir graves enfermedades, embarazos no queridos (con su secuela criminal de abortos) y muertes por sida.
Es necesario concienciar a la juventud de España y de todo el mundo de este gravísimo problema que en gran parte desconoce, creyendo muy equivocadamente por su desmesurada promoción y propaganda, que preservativo equivale a sexo seguro.
Y esto es absolutamente falso.
Es necesario una campaña de atención al preservativo que podría comenzar por España y la UE, que haga obligatorio por ley (actualmente las compañías productoras de preservativos, no quieren porque disminuyen sus ventas) que en todas las cajas de condones a la venta al público, figure claramente escrita la leyenda: este preservativo no equivale a sexo seguro y puede fallar.
Entiendo que es asunto es vital para la juventud, que no es consciente de la gravedad del problema (por algo El Papa Benedicto XVI, desaconseja el preservativo) y todo el mundo se daría cuenta de la posible peligrosidad del uso del condón y estaría alertada y muy atenta de lo que se juega con su utilización.
Fernando Cavanillas de Blas. Médico
ferdustre@gmail.com