Sus enemigos del Ministerio de Economía, le llaman el profesor Tornasol. Y aire de sabio despistado ya tiene. El problema del ministro  Hacienda, Cristóbal Montoro (en la imagen), es que es sabio pero de despistado no tiene nada.

Montoro nos está friendo a impuestos desde que llegó al poder, en diciembre de 2012. Sería un buen ministro socialista y hasta comunista. Montoro es todo un capitalista de Estado: lo que importa es que el déficit público sea cero... aunque para ello hay que esquilmar a la ciudadanía con impuestos. De hecho, PSOE e IU le insultan, sólo porque tiene la obligación de insultarle para ejercer su constructiva oposición. Pero deberían estar encantados con él: el Estado es cada vez más fuerte en España a costa de impuestos y los ciudadanos somos cada vez menos libres y más pobres.

Ahora Montoro quiere arrebatarnos la madre de todas las desgravaciones fiscales: la desgravación por vivienda habitual. Sólo Zapatero se atrevió a tanto. Los Populares se conformaban con terminar con la desgravación de las cuentas ahorros vivienda. De hecho, Montoro ya tiene el visto bueno de Bruselas (¿Qué le importan a los eurócratas lo mal que lo pasen los españoles).

Y ojo, porque el asunto, previsto para la próxima reforma tributaria, podría tener cierto efecto retroactivo. Si una familia tiene una hipoteca por 20 años y ya ha pagado cinco, le quitan una desgravación con la que ya contaba sobre los 15 años restantes.

El Ministerio asegura que va a bajar el IRPF y reducir desgravaciones. Pero es que esta es la madre de todas las desgravaciones. Afecta, además, al sueño de todo español: su vivienda, en un ataque frontal contra la principal propiedad privada del español.

Querido profesor Tornasol: si baja los impuestos, bájelos, pero no nos haga trampa quitándonos con una mano lo que nos ofrece con la otra.

Eulogio López

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