Este parece ser el lema de la izquierda político-mediática. En el fondo se entiende que la escuela de iniciativa social debe de ser subsidiaria de los centros públicos, curiosa forma de entender el principio de subsidiariedad. El problema es que la izquierda no soporta lo que despectivamente califican como "negocio educativo de los curas".

Pero la sociedad civil ha reaccionado ante la apisonadora de la Administración. En Andalucía, el Colectivo Social en Defensa de la Educación de Iniciativa Social (www.ccdeis.com) está desarrollando una intensa actividad reivindicativa. Patronal, sindicatos y asociaciones de padres caminan de la mano en la defensa del derecho a la libre elección de educación, consagrado en nuestra Carta Magna.

En Castilla La-Mancha, el Ejecutivo Bono ha vuelto a lanzar una vuelta de tuerca ante el decreto de la Junta de Comunidades, que establece la centralización de la selección del alumnado. Desde www.hazteoir.org se ha lanzado una campaña en defensa del único margen de libertad existente en los centros castellano-manchegos. Actualmente, la Junta selecciona el profesorado, marca los contenidos educativos y mantiene unos conciertos que sólo financian los gastos operativos, pero no los de inversión.

Más radicalizada está la situación en Cataluña. El tripartito que gobierna esta comunidad autónoma ya se ha arremangado para arremeter contra los centros de iniciativa social. No conviene olvidar que en Cataluña la escuela cristiana concertada supone cerca del 50% de la oferta educativa y que los gobiernos de CiU toleraron los conciertos con centros de educación separada. 

La prohibición de la educación separada será el primer paso afectando a los centros regidos por los Legionarios de Cristo primero, y del Opus Dei, después. El Instituto de Política Familiar (www.ipfe.org) ha sido el primero en dar una batalla que se prevé larga y tensa. "Si hace falta alguna reforma educativa no es en la línea de una politización estatista y uniformizadora de la enseñanza, sino en facilitar a los padres en su elección mediante una oferta amplia y de calidad, y no en cerrar esa posibilidad exclusivamente a los padres con determinado nivel adquisitivo", señala Liberto Senderos, responsable del IPF en Cataluña.