• Y la detención podría ser definitiva. Estamos en el filo de la navaja: o un buen precio o marcha atrás.
  • El director de la Oficina Económica de Moncloa no se fía de José Manuel Vargas.
  • Por ahora, no fuerza su dimisión porque el presidente de AENA sigue contando con el apoyo de Ana Pastor.
  • Y también, porque, en plena OPV, no está bien cambiar al primer ejecutivo.
  • Nada de problemas contables. Nadal exige una valoración correcta de la compañía pública. Es decir, 8.000 millones de euros.

Se retrasa la privatización parcial de AENA, aunque en la compañía que preside José Manuel Vargas aún tienen esperanzas de que en una semana el Gobierno dé el visto bueno y comience  el 'roadshow' a toda velocidad y la compañía cotice en bolsa a mediados de noviembre.

Pero la causa no han sido quisicosas contables. Lo cierto es que Álvaro Nadal (en la imagen), director de la Oficina Económica de La Moncloa y presidente de Enaire, propietaria de AENA, no se fía de Vargas, ha vuelto a doblarle el pulso a la ministra Ana Pastor y se ha paralizado la operación. No entiende por qué Vargas acepta cualquier valoración de la empresa. Nadal exige una valoración no inferior a los 8.000 millones de euros. También discrepa de la medida adoptada por Vargas y Ana Pastor de congelar las tasas justo antes de salir a bolsa, pero ese mal ya está hecho.

Total, que el Gobierno se da un tiempo para revisar las cifras. La imagen no es buena, claro, pero todo indica que hay dos opciones: o AENA no se privatiza ni mucho ni poco -es decir, la marcha atrás- o bien se sigue adelante pero se busca una salida 'honrosa' para José Manuel Vargas.

Por de pronto, Nadal está empeñado en investigar la gestión de Vargas y su formulación de la privatización parcial. Recuerden que, según el plan inicial de Vargas, no iba a ser tan parcial, dado que pretendía sacar a bolsa un 60%. Ahora estamos en otra historia. En el ser o no ser… privatizado. Pero, desde luego, Vargas no será presidente de AENA a medio plazo.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com