El ministro el Interior, José Antonio Alonso, aprovechó un desayuno informativo organizado por la agencia Europa Press para apoyar a su compañero, y sin embargo poco amigo, José Bono, ministro de Defensa. Es dudoso que a su amigo Zapatero le haya caído en gracia la intervención de Alonso.
Veamos, Bono aprovechaba ayer el programa de televisión 59 segundos, el más querido por los socialistas, dado que detrás de él se encuentra José Miguel Contreras, asesor de imagen de Rodríguez Zapatero. Bono afirmó que ETA debe ser derrotada entregar las armas y someterse a los tribunales, un planteamiento que está muy lejos del nacionalismo vasco, para quien el final del terrorismo etarra pasa por un pacto en condiciones de igualdad. De esta forma, Bono se aleja de la postura que Zapatero no admite pero ejerce.
Esto ocurría en la madrugada del lunes al martes. Pero la sorpresa surgió el martes 20, a la hora del desayuno, cuando Alonso se mantiene en la misma línea que Bono y elude el término negociación para hablar de generosidad ante un proceso de paz, algo muy parecido a lo que decía Aznar o Mayor Oreja hace 3 años.
Eso sí, en la línea marcada desde Moncloa, Alonso asustó a la parroquia advirtiendo algo ya sabido pero siempre pertinente: ETA todavía puede matar. Enfatizando la capacidad de asesinar de los terroristas, se valoran mucho más los esfuerzos de Zapatero el Pacificador.
Sin embargo, los de la victoria sobre ETA es algo que le traerá complicaciones a Alonso en Moncloa.