Para la conciliación entre la vida laboral y familiar, nada mejor que establecer la vivienda en el mismo lugar de trabajo. Es lo que ha hecho la vicepresidenta De la Vega en la Moncloa. Y lo que ha hecho también el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, en la propia sede del ministerio, planta 6º: tabiques fuera, cables nuevos, etc. Un hogar para que su mujer y su hijo de cinco años se encuentren a gusto en un entorno castrense. Además, el chico va a un colegio cercano al ministerio, supongo que le daban los puntos por cercanía del hogar con el centro educativo
Es decir, Alonso se encuentra suficientemente integrado entre las Fuerzas Armadas. El titular de Defensa come en el ministerio cuando se encuentra en Madrid y la chica sudamericana que les ayuda en las labores domésticas ya ha hecho buenas migas con el personal de cocina del ministerio. Una convivencia que no tenía el ex ministro Bono que seguía viviendo en Olías del Rey (Toledo). La tierra tira.
No es un caso aislado, porque todos los ministerios tienen un apartamento para el ministro. Lo que pasa es que en la mayoría de las ocasiones optan por vivir fuera del ministerio. En primer lugar porque el apartamento es relativamente pequeño. Pero es que además, la vida en la casa ministerial los sábados y domingos es un tanto triste.