El señor Rubalcaba se ha ganado justamente el alias; es el auténtico mandamás en la calle. El envío de estudiantes a tomar Valencia, viene precedido por los cinco millones de trabajadores a los que este señor ha echado a la calle.
Pero no solo eso, pues si retrocedemos 8 años, la movilización de masas, el mismo día de reflexión del 2004, fue una obra maestra para -contra todo pronóstico- ganar las elecciones que
abrieron la etapa más sombría de España en los últimos 35 años.
Y es que al señor Rubalcaba le sienta muy mal estar en la oposición. Mal camino lleva el señor Rubalcaba y el PSOE, alentando estos vientos que pueden convertirse en vendaval, vendaval que los engulliría como lo fueron en otro tiempo de triste recuerdo por el "frente popular".
Claro que, ahora tiene enfrente al PP, un partido bien asentado y con el respaldo incuestionable de mayorías absolutas en la práctica totalidad de los parlamentos de toda España, y la inmensa mayoría de electores lo que queremos, lo que necesitamos, es que el Gobierno
garantice a todos los ciudadanos el libre ejercicio de nuestros derechos.
